21.03.2016
DECADENCIA SOCIAL
Las cosas están tan mal hechas, que uno llega a pensar que quizás
interese que estén así. Y en todo este ir y venir de frases ocurrentes,
vamos hacia la desaparición de la clase media en su amplio abanico,
media-alta, media-media y media- menos favorecida; quedando
reducida a ricos, y pobres que trabajan para los primeros por migajas y
encima dando las gracias, como en la Edad Media
La ley del péndulo, de un extremo al otro, por qué no ir a un punto
medio entre esos dos caminos. Un punto de encuentro, donde el súper
poderoso rico pague proporcionalmente igual, al currante que tiene la
suerte de tener empleo o al otro trabajador que camina inexorablemente
hacia la pobreza. En España, lo mejor que funcionaría sería un Centro-
derecha, después de lo visto, por supuesto, sin mayorías absolutas, ya
sabemos lo que pasa con el poder absoluto: “¡sí o sí!”
Determinados políticos son corruptos y no los vemos en prisión o con
condenas ridículas. Se prescriben sus delitos, se traspapelan documentos
imprescindibles en un juicio y un largo y triste etcétera., esto es trágico
para cualquier ciudadano que observa perplejo tal sinsentido y deja de
creer en los que tienen el poder y en la Justicia. Es una situación
peligrosa, deberían (los mandatarios) reflexionar seriamente sobre
“valores perdidos”. El ciudadano, al final es el que tiene la última
palabra, la contundente.
Ni tan siquiera la laureada Alemania, se escapa de esta división de
clases. Cada vez hay más diferencias sociales, lo que ahora se ve como
prosperidad en unas décadas será decadencia, con muchos alemanes
condenados a la pobreza.
Quizás Bruselas tenga “la honorable” intención de convertir a Europa,
en el futuro tercer mundo, para así algún día recibir ayuda humanitaria
de los ahora países emergentes, ayuda que llegaría como suele pasar, a
los menos necesitados. Tiempo al tiempo y que Dios y un gobierno “sin
extremismos” y con ideales, (¿utopía?) ponga la mano ¡Sí, las torres se
desmoronan!
Pino Naranjo

Muy oportuno tu razonamiento Pino… futurista. De un modo elocuente nos convidas a pensar en los valores de mañana, los cuales necesitan un abrazo constante con los de ayer… Ojalá las torres se desmoronarse y no con aviones impactando sobre ellas…. sólo que solas no suelen caer… y a veces llueven los extremismos de uno y otro lado… y no es campa. Yo también conservó la fe… guardemos el poco que nos queda en un rincón bien protegida…
Un abrazo…