No son poetas, porque si lo fueran, no podrían ocultar el dolor de no ver brillar en los ojos de otros canarios, la llama del amor y del orgullo, el que sienten los enamorados por vivir en el lugar más hermoso. No son buenos, porque si lo fueran, lucharían por los niños de canarias y sus ilusiones. No son honestos, porque persiguen intereses propios, sin velar por un pueblo noble que persigue su superación día a día.
Si no son poetas, ni buenos, ni honestos con su propia tierra, ahora comprendo su indiferencia, su falta de apego, su estupidez.
Son faroles que alumbran portales ajenos, candilones que se colocan en verbenas de otro pueblo, insensatos, que por el mismo motivo pisan una flor, descuidan un hijo, olvidan una madre, o pierden a la mujer más buena.
Insensibles a lo bello, porque nunca han conocido de lo bueno lo mejor. MELVIN ZAMORANO.
