Algunas personas que han alcanzado una edad avanzada podrían argumentar: «Durante toda mi vida no me he preocupado de mis pensamientos ni tampoco de sus contenidos. Lo único que para mí ha tenido validez ha sido alcanzar lo que contribuye a mi bienestar. He permanecido sano hasta la vejez. Me va bien». Sobre esto sólo se puede decir que después de la vida terrenal todo continúa, pues la vida, que es Dios, no conoce interrupción. El cosmos es infinito, y la paciencia de Dios es la bondad, pero también la justicia.
El cosmos material se puede describir como un gran molino, en el que las ruedas se mueven según la ley de Siembra y cosecha. Como el cosmos material es grande, se puede decir que el molino de Siembra y cosecha va lento. A cada uno le deja mucho tiempo para que en su existencia alcance muchos valores espirituales, celestiales. A quien no lo quiera considerar así, tarde o temprano le llegará lo que ha sembrado, pues el molino de Siembra y cosecha contiene también la rueda de la reencarnación.
Gane para sí su alma en la juventud; esto significa: viva de tal modo que los valores de su existencia estén en conformidad con lo más profundo de su alma, y usted alcanzará una vida valiosa y plena. Un hombre tal no envejecerá ni se hará senil, si no que se hará mayor de forma juvenil.
José Vicente Cobo (45277997j)
Del programa: “La Reencarnación”