MAGHEK

0
951

Gustavo Díaz Jerez aglutina el mundo aborigen en las siete obras de “Maghek”

Las siete obras orquestales, inspiradas en las Islas Canarias, incluyen la pieza Aranfaybo, dedicada a El Hierro

Canarias, 18 de noviembre del 2019.
Gustavo Díaz Jerez ha grabado un doble cedé, titulado Maghek, con la Royal Scottish National Orchestra en Glasgow, considerada una de las orquestas sinfónicas más prestigiosas a escala internacional. Maghek, término con el que los aborígenes canarios se referían al dios sol, aglutina siete obras orquestales, durante dos horas y media, inspiradas en las Islas Canarias.
Cada obra está inspirada en la toponimia o mitología aborigen canaria: Ymarxa (Tenerife), Chigaday (La Gomera), Ayssuragan (La Palma), Aranfaybo (El Hierro), Azaenegue (Gran Canaria), Erbane (Fuerteventura), y Guanapay (Lanzarote). Obras singulares, cada una con su individualidad y personalidad musical propias, basadas en distintas y contrastantes historias sobre lugares o leyendas, que se hacen palpables en las siete partituras.
“Este es un proyecto sin parangón en la historia musical de Canarias. Nunca antes se había llevado a cabo una obra orquestal de tal duración. Me he inspirado en los sonidos de Canarias: mar, viento, el sonido agreste, que evocan el paisaje volcánico, que es muy rugoso. Estos sonidos los trato de evocar en la textura orquestal”, afirma Gustavo Díaz Jerez.
“Cada isla tiene su peculiaridad. Por ejemplo, Fuerteventura, al ser una isla más llana, predomina más el viento. Gran Canaria o Tenerife, que son más montañosas poseen una sonoridad más acorde a su orografía. En Lanzarote, que es muy volcánica, el pianista se pone unos guantes para hacer clusters imitando ríos de lava. Luego, hay muchos elementos en común de mi lenguaje compositivo”, apunta el pianista y compositor tinerfeño.
“Igual que para entender a Dostoyevski hay que tener cierto bagaje, en la música clásica también hay que tenerlo. Aunque si la música es buena siempre va llegar al oyente. Eso sí, siempre hay que intentar establecer un vínculo con la gente, y lo he intentado hacer a través de evocaciones musicales. Para Chigaday grabe el mar en La Gomera, y con esa grabación intente a través de la percusión y efectos en los instrumentos de vientos metal recrear ese sonido”, responde Díaz Jerez cuando se le pregunta que si para disfrutar de la música clásica hay que entenderla.
Ymarxa (Tenerife), de 20 minutos, hace alusión a un lugar que actualmente se corresponde con La Esperanza. En época prehispánica existió una laguna que era lugar de culto para los guanches. Esta pieza contemplativa y dinámica está inspirada en la modulación de la luz que sugiere este lugar traducido musicalmente por medio de la textura orquestal. El lenguaje compositivo de esta obra se enmarca dentro de la “corriente espectralista”.
Por su parte, Chigaday, de 20 minutos, hace referencia a una localidad rocosa en La Gomera. Numerosas sonoridades de esta pieza están construidas a partir de los armónicos naturales. El universo de la computación ha servido como fuente de inspiración y punto de partida para generar material musical.
Ayssuragan (La Palma), que dura 25 minutos, es un poema sinfónico compuesto para el clarinetista Cristo Barrios, en el que la parte orquestal juega un papel primordial. Mientras que Aranfaybo (El Hierro), que se estrenó en Zagreb (Croacia), en 2008, dentro de una gira de diez conciertos en nueve países europeos. La pieza está estructurada a modo de poema sinfónico, en un solo movimiento de 13 minutos de duración.
Azaenegue (Gran Canaria), de 23 minutos, comienza con juego de sonoridades puntillistas entre la percusión y el arpa, combinadas con un fondo de armónicos naturales. Asimismo, Erbane (Fuerteventura), emplea texturas orquestales que reflejan los elementos naturales que caracterizan la isla: el susurro del viento, el ruido de las olas o el sonido de aves marinas.
Por último, Guanapay (Lanzarote), de 25 minutos de duración, está escrita para el pianista Ricardo Descalzo, uno de los máximos exponentes de la música clásica de nuestro país.
La grabación del doble cedé, que ha sido dirigida por Eduardo Portal, bajo el paraguas de la discográfica Signum Classical cuenta con el patrocinio del Cabildo de Tenerife, Cabildo de Gran Canaria, Gobierno de Canarias y Fundación BBVA. El disco estará disponible en febrero del 2020. Para más información se puede consultar la página web maghek.com.

Sumario
Gustavo Díaz Jerez: “Este es un proyecto sin parangón en la historia musical de Canarias”

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here