Se retira el piloto de Canaryfly que recibía a los pasajeros a pie de avión y con una sonrisa
Walter Herzog voló los cielos de medio mundo desde 1990
Todos van a echar de menos a Walter Herzog, el piloto de Canaryfly que recibía con una gran sonrisa a sus pasajeros a pie de avión. La jubilación del comandante de la compañía aérea se ha vivido con un sentimiento agridulce: Por una parte, con una gran alegría por su merecido descanso y, por la otra, con cierta tristeza por la ausencia de un gran profesional.
Las muestras de cariño a Walter Herzog son la recompensa a treinta años de profesionalidad y humanidad por los cielos de medio planeta. Fueron sus propios compañeros los que le ofrecieron un homenaje el pasado 5 de marzo. Le esperaron con un ramo de flores y una placa a pie de avión, como él mismo hacía para mimar a sus pasajeros.
Herzog, el comandante que ha dejado huella en todos los que se han cruzado en su camino, se sintió inmensamente arropado por sus compañeros. “Los quiero con locura” dijo Herzog con sentimientos encontrados. Por un lado, tenía la alegría de regresar a casa con su familia y, por otro lado, “una profunda tristeza” por dejar atrás a “unos campeones impresionantes”.
Régulo Andrade, CEO de Canaryfly, quiso aprovechar la ocasión para poner en valor la larga carrera profesional del comandante Herzog y los buenos momentos compartidos desde marzo de 2016, cuando subió por primera vez a un ATR de la compañía aérea canaria. “Cuatro intensos años en los que Walter Herzog, con su gran dedicación y profesionalidad, ha sido parte activa de la espectacular evolución de nuestra compañía. Por todo ese trabajo e implicación durante estos años y, sobre todo, por la gran humanidad y compañerismo que siempre le han caracterizado, quiero enviarle un agradecimiento muy especial a Walter Herzog. Y, aunque la jubilación siempre es motivo de alegría, es imposible evitar un cierto sentimiento de tristeza por el gran vacío que nuestro compañero va a dejar en Canaryfly”
En las redes sociales, como Facebook
Vuelve a su casa natal en Santa Cruz de Tenerife Walter Herzog, el piloto de Canaryfly que conmovía a todos con el simple gesto de recibir a sus pasajeros a pie de avión, invitándoles a compartir la espléndida sensación de volar, que él honró con gran profesionalidad y compañerismo.
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